viernes, 2 de octubre de 2015

ANESTESIA CONTROLADA






En este siglo XXI (no sé si La Humanidad permanecerá en La Tierra hasta su finalización) se está produciendo, cada vez con más intensidad, un fenómeno denominado "anestesia". Consiste en algo muy parecido al Circo Romano, se trata de "anestesiar" a casi toda La Sociedad con programas de televisión superfluos, noticias manipuladas para que no atenten contra nuestra cómoda situación, ciertas opiniones creadas por los dirigentes que limitan a cada individuo a tener una propia, libros y películas cuyo contenido sea lo más intrascendente posible para no tener que pensar mucho, promesas acerca de un mundo mejor, etc. A lo mejor estoy equivocado por no querer someterme a tal "anestesia", pues es muy probable que fuera más feliz haciéndolo; no lo dudo. El problema es lo de la libertad de expresión y pensamiento. Dicha "anestesia" atenta directamente contra nuestra libertad, en sus dos niveles fundamentales, además de ir convirtiéndonos en seres cada vez menos críticos: cualquier cosa que llene nuestro tiempo libre nos satisface si nos aparta de pensamientos negativos o de la contemplación de un paisaje natural y directo.

Imagino ese mundo en el cual no existen "Belenes Esteban" ni "Felipes de Borbón", ese mundo ideal lleno de personas con juicio crítico y opinión propia; no con la opinión de la mayoría, porque es la que los medios nos dicen que hemos de tener. Imagino un mundo sin la parafernalia absurda de una realeza sin sentido y unos políticos de pacotilla, ladrones, deshonestos, contaminados por falsos discursos impregnados de demagogia y manipulación. A la vez que escribo, me percato de lo insignificante que resulta el "populacho" para la realeza acomodada, la clase política y los grandes medios de comunicación. Son la televisión y la radio, fundamentalmente, los que se encargan de "anestesiarnos" día tras día (mientras consentimos encantados) con unos "fármacos" bien controlados por los dirigentes políticos, a su vez sometidos a los grandes empresarios y poderosos banqueros (los de "arriba", los que tienen el dinero); es lamentable.

Tal vez acabe algún día "anestesiado", como todos los millones de personas que ya lo están; es muy difícil no caer en las redes de tal entramado tan bien montado; espero resistir "despierto", soportando la contaminación audiovisual a la que estamos expuestos y no permitir que me inyecten la "anestesia", a la cual han sucumbido muchos de mis semejantes. El único antídoto que conozco para no acabar en las "garras" de la "anestesia" es el mantenimiento de un principio básico de inconformismo: inquietud por descubrir algo que aporte conocimiento y fomente el espíritu crítico.

Me temo que si un día me logran dormir con la "anestesia" de la cual estoy dando datos, entonces no podré expresar ninguna idea, ni realizar ningún acto con auténtica libertad; así pues, ese día dejaré de ser una persona con opinión y pasaré al estado de "borrego anestesiado" sin capacidad de discernir "lo que quiero hacer con mi vida" de "lo que quiero que hagan con mi vida".

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