En el siglo XXI, la
ausencia de corrientes filosóficas de relevancia me conduce a creer que la
famosa frase de Descartes "pienso luego existo" se podría actualizar
quedando como "consumo luego existo". En la sociedad occidental se consume todo; es muy raro sentarse a pensar sin más, por el mero placer de
reflexionar. Es más común consumir, pues resulta menos costoso (no desde el
punto de vista económico, sino intelectual); es algo habitual y diario, difícil
es el día en el que no consumimos nada.
En la evolución de
la especie humana, el mayor salto se podría situar entre el homo habilis y el homo
sapiens (salvando los matices científicos); el primero "sabe", mientras el segundo "sabe que sabe", es decir, surge lo que se puede denominar
"reflexión" (darte cuenta de tu condición humana y tener la capacidad
de pensamiento abstracto). Imagino que los primeros homo sapiens se sentirían
como aquel estudiante de matemáticas que comprende la definición de espacio
topológico (generalización del espacio métrico y euclídeo) o como ese niño que
logra mantenerse vertical en la bicicleta de dos ruedas; era un salto de una
magnitud sin precedentes para la humanidad. Por otro lado, el homo sapiens no
sabía que, al paso de algunos milenios, se iba a convertir en homo consumista. La evolución humana (o tal vez debería decir la involución humana) ha dado un paso hacia atrás muy significativo, sin
muchas posibilidades de rectificación. Ahora, en el siglo XXI, si no
"consumes" no "existes", casi nadie se detiene a pensar,
recapacitar, reflexionar o contemplar, ya que en estos tiempos toca
"consumir" para favorecer la economía, el bienestar familiar; en fin,
para ser feliz.
La felicidad ha
pasado de ser algo que se obtenía mediante logros intelectuales y sentimentales
a ser algo que se consigue a través del "consumo", tanto en centros
comerciales como de internet o televisión. Pocos se dedican a pensar sin un fin materialista, con facilidad confundimos el consumo racional con el consumismo, nadie se preocupa por equilibrar la balanza entre lo
material y lo intelectual (siempre se inclina hacia lo material, pues los
valores intelectuales están por los suelos en una sociedad cuyas miras están puestas en Belén Esteban y Felipe de Borbón). Incluso en las universidades (o fábricas de
idiotas) encontramos la prioridad de lo material frente a lo intelectual. Solamente
hay que preguntar por sus aspiraciones a los estudiantes y descubriríamos que
su mayor preocupación no es entender los conceptos importantes de las materias
que estudian, sino aprobar para tener un título, diploma con el cual poder
obtener un puesto de trabajo por el que perciban más dinero que un operario de
una fábrica o un auxiliar, así poder "consumir" más y mejor que ellos.
Me parece una triste pena que personas que hayan cursado unos estudios
universitarios no alcancen un nivel intelectual mínimo, con el cual sepan
distinguir la riqueza de la pobreza, no material. Muchos de nuestros
licenciados (hoy graduados) no saben expresarse con fluidez, ni escribir una
simple carta a sus amigos, que no sea con el lenguaje de signos y apócopes,
incomprensible para un universitario de antaño; pero lo más grave es que,
muchos de ellos, consideran "friki" a todo aquel que vive preocupado
por lo intelectual más que por lo material.
El homo sapiens ha
sucumbido ante este mundo capitalista y se ha transformado en homo consumista; espero poder recuperar, en lo que me queda de vida, mi condición de sapiens, ya
que con ella, y sólo con ella, podré alcanzar los niveles de satisfacción que,
supongo, tuvieron los primeros homo sapiens en la historia de la Humanidad.
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